Mental models / modelos mentales

Modelos mentales

¿Cómo sabes que tienes razón? ¿Con qué frecuencia cuestionas lo que piensas sobre un tema? ¿Con qué frecuencia revisas las conclusiones a las que llegaste en un contexto diferente, con la información que tenías en ese momento? Entender cómo operan nuestros modelos mentales es una forma de limpiar de telarañas nuestra cabeza y también de mejorar nuestro razonamiento.

Marcos y modelos mentales

Todos estamos sesgados. Nuestra capacidad para conceptualizar, analizar y evaluar la información está influida, entre otros factores, por nuestra cultura, formación y educación.

Implícitamente, hacemos suposiciones que determinan cómo vemos los problemas y cómo construimos las conclusiones a las que llegamos.

Sin embargo, es muy raro que nos paremos a observar el proceso que nos lleva a pensar lo que pensamos.

Sin examinar cuál es el marco mental que aplicamos es muy difícil mejorar la calidad de lo que pensamos y nuestro proceso de toma de decisiones.

Un marco mental es una estructura sobre la que construir ideas para no tener que empezar desde cero. Por estructura, me refiero a un conjunto de reglas, ideas y supuestos que utilizamos para resolver problemas o tomar decisiones. Sobre esta estructura, construimos nuestros modelos mentales.

Un modelo mental es una lente, una representación de cómo funcionan las cosas. Es lo que nos permite ver las conexiones entre elementos y también las posibilidades que nos podemos encontrar.

Por ejemplo, el método científico es un modelo mental. Consiste en observar, plantear preguntas, formular hipótesis, comprobar esas hipótesis, realizando experimentos y refinar o descartar hipótesis en función de los resultados. Aunque el proceso de investigación puede cambiar, el proceso subyacente es el mismo en todos los campos.

Utilizamos modelos mentales para simplificar la complejidad, para decidir qué información consideramos más relevante o para determinar cómo afrontar un problema. Ser capaz de cambiar entre distintos modelos mentales es clave para desarrollar nuestro pensamiento crítico. Es como tener una caja de herramientas con múltiples lentes y perspectivas.

Desarrollar otras lentes

Es importante trabajar para ampliar nuestros modelos mentales. Todos tenemos modelos mentales favoritos que utilizamos por defecto y que condicionan nuestro pensamiento.

Cuanto más confortable te encuentres con un determinado modelo mental, más probabilidades tendrás de quedarte ahí atascado. Como dice el refrán, para un martillo, todo son clavos.

Debemos darnos cuenta de que todas las perspectivas en un problema contienen algo de verdad; y ninguna tiene la verdad completa.

Lo cierto es que en el colegio nos enseñan a compartimentar el conocimiento en silos. Pero para desarrollar nuestro pensamiento, debemos salir de esos silos porque, en realidad, la información no se divide en categorías definidas. Así que no solo tenemos que desarrollar nuevos modelos mentales, sino también comprender las conexiones entre ellos.

Mejorar nuestro pensamiento crítico significa ser capaces de ampliar nuestras perspectivas sobre el mundo, aceptando el hecho de que, por muy seguros que estemos de algo, en el mejor de los casos solo tenemos razón a medias.

Foto de Karla Hernandez en Unsplash