Casi nunca se habla del autocuidado cuando se habla de liderazgo. Pero en esto pasa como en muchas otras cosas: si no se está en buena forma, es muy difícil hacerse cargo de otros. La manera en la que los líderes impactan en sus equipos tiene mucho que ver con cómo de contentos o sanos estén ellos mismos, y también con cómo de alineados estén con sus valores en su día a día.
El foco de atención
El primer paso para cuidarse es poner atención en uno mismo: a los sentimientos, necesidades y comportamientos que tenemos. A más autoconocimiento, mejores decisiones podremos tomar atendiendo a esta información.
Lo esencial es saber que el desarrollo de este autoconocimiento es un proceso, porque nadie nace con él completo. Y que supone invertir tiempo y esfuerzo en reflexionar de manera introspectiva. Practicar el autoconocimiento tiene algunos beneficios. No solo es que mejore la forma de tomar decisiones y nuestra productividad. Es que también nos ayuda a mirar las cosas desde otras perspectivas, y eso puede mejorar nuestro autocontrol y nuestra aceptación.
Proactividad para conseguir lo que quieres
El autoconocimiento nos da información sobre quién somos, lo que necesitamos y cómo nos sentimos. Es importante porque no puede haber autenticidad sin saberlo, que es una de las características más importante de los líderes, porque provoca confianza. El autocuidado solo consiste en proveernos de lo que necesitamos a partir de esa información, en cualquier campo: físico, mental y emocional.
Este foco en uno mismo no significa ser egoísta. Igual que los cuidadores de enfermos de larga duración necesitan cuidarse para seguir haciendo su trabajo, cualquiera que lidere personas necesita cuidarse para asegurarse que está en las mejores condiciones para seguir liderando.
El tiempo es fijo, la energía es variable
La idea de que trabajar muchísimo nos hace más productivos es una falacia, y únicamente nos lleva a cuidarnos menos, lo que tiene un gran impacto en nuestra vida y en la de los demás. Sin embargo, integrar el autocuidado en nuestras vidas nos da la energía necesaria para hacer más y mejores cosas. Hay que trabajar mejor, no más. Y la manera de lograrlo es alimentar nuestra creatividad, nuestra confianza, y nuestra resistencia. El autocuidado es la llave que abre esa puerta.
Hay investigaciones que muestran que la creatividad depende de la calidad del sueño, del ejercicio físico y del tiempo que dedicamos a pasárnoslo bien.
Aunque parezca que estamos perdiendo el tiempo, nada más lejos de la realidad. Priorizando estas cosas, estamos creando las condiciones adecuadas para que nuestro cerebro funcione mejor. Parafraseando a Abraham Lincoln: si me das seis horas para talar un árbol, me voy a pasar las primeras cuatro afilando el hacha.
Eso hacemos cuando nos cuidamos: afilar nuestras capacidades para trabajar mejor y no más.
Por lo tanto, lideres o no lideres personas, apuntálelo. Cuando más cuides de ti y de lo que te pasa, mejor vas a poder trabajar y cuidar tus relaciones. En definitiva, llevar una vida más sana, en todos los sentidos, y más consciente no solo es beneficiosa para ti. Es beneficiosa para tu trabajo.