Vamos a dar por terminado el año…

Este ha sido el año con más cambios de mis últimos 10 o 15 años. Y quería compartir algo antes de despedirlo. Se trata de algunas ideas sobre la incertidumbre.

La incertidumbre nos asusta porque no estamos acostumbrados a lidiar con la idea de ‘no sé qué haré mañana’. Necesitamos previsibilidad en nuestras vidas. La sensación de que siempre sabemos qué hacer, qué pasará o cuál será nuestro próximo trabajo. Eso hace que nuestra vida sea más fácil.

Siendo todo eso cierto, debo reconocer el valor de la incertidumbre como nueva compañera de viaje. 

Aunque al principio nos sintamos perdidos, la incertidumbre nos da la posibilidad de explorar diferentes caminos. Y nos da permiso para equivocarnos y empezar de nuevo.

Cuando el camino no está definido podemos darle forma: ser exploradores de nuestra propia vida. De repente, nos encontramos con nuevas preguntas que abren puertas a diferentes tierras. Y es nuestra elección ir más allá de esas fronteras y ver qué hay para nosotros. Si somos valientes para lidiar con la incertidumbre, podremos elegir nuestra nueva ruta.

Claro que esto requiere paciencia, coraje y un poco de sentido del humor porque a veces es difícil, incluso con un objetivo claro en mente. Y, aunque todos somos personas completas, ingeniosas y creativas … También somos humanos: a veces, necesitamos permitirnos descansar y respirar profundamente antes de volver a luchar. Y eso también está bien.

Esto es lo que he aprendido en este año de tantos cambios: la incertidumbre es una fuente de inspiración y no pasa nada si necesitas parar y replantear las cosas durante el viaje. 

Necesitamos una buena combinación de valentía y amor por nosotros mismos para afrontar el futuro.

Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar. Antonio Machado.

Gracias 2017 y bienvenido 2018. Feliz año nuevo.