Make decisions / Tomar decisiones

Tomar decisiones

¿Cómo hacéis para tomar decisiones en el equipo? Hace unos días hice esta pregunta a un equipo de estudiantes de una de mis clases que trabajaban en un proyecto un poco complicado.

Por mayoría – dijeron. Hablamos del problema y luego votamos.

¿Y qué pasa si no estáis todos para tomar la decisión? Pues que esperamos hasta que podamos reunirnos.

Cuando hablo con equipos en los que no hay jefes, ya sean profesionales o en otros contextos, esta es la respuesta más común. De forma instintiva y sin tener una charla sobre el asunto, toman las decisiones de estar forma. Les parece lo más justo. Y, sin embargo, no tiene por qué ser así.

En la toma de decisiones, hay algunos principios que merece la pena conocer si queremos que nuestro equipo sea más eficaz. De esta forma, se pueden establecer algunas reglas que ayudan al funcionamiento.

Los principios

En primer lugar, hay que tener en cuenta la naturaleza, la gravedad y el tiempo de resolución del problema. No todo es igual ni requiere el mismo tratamiento. Incluso podemos descubrir que ciertas cosas no requieren nuestra atención.

Si cualificamos bien estos tres factores, podremos utilizar métodos distintos según la decisión que haya que tomar.

Una vez que conocemos la naturaleza del problema, debemos preguntarnos quién debe tomar la decisión. Hay problemas que requieren debate y consenso, mientras que otros pueden ser resueltos por una sola persona.

Tener claro cómo proceder, según el caso, infunde seguridad y autonomía a cada miembro del equipo. También aumenta la responsabilidad y mejora la eficacia.

Métodos

Dependiendo de la naturaleza del problema y de quién sea el responsable de actuar, puede haber diferentes métodos para tomar decisiones. Si la decisión requiere la participación de todo el grupo, podemos tomarla por mayoría, consenso o consentimiento.

Muchos equipos usan alguna de las dos primeras formas. La única diferencia es el número de personas que deben estar de acuerdo con la solución. La tercera tiene algunas diferencias y muchas ventajas.

En una decisión por consentimiento, todos revisan la solución propuesta y, a menos que puedan mejorarla explicando por qué y cómo, se debe aceptar. En otras palabras, a menos que tengas una idea mejor que discutir, aceptarás la propuesta, aunque no estés 100 % de acuerdo.

Es una forma constructiva de tomar decisiones, porque nadie puede estar en desacuerdo sin contribuir, y va más allá del consabido discrepo y me comprometo. Es más bien discrepar, contribuir y comprometerse.

Cuando formamos un equipo, es importante tener claro cómo tomamos las decisiones. Cuando las personas participan en el proceso de toma de decisiones, la motivación y el compromiso aumentan.

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