Ser el mejor en algo es una carrera que vas a perder antes o después. Solo es una cuestión de tiempo. Ser el mejor requiere mucho esfuerzo, compromiso y bastante ambición. Con el tiempo, habrá alguien que le ponga más esfuerzo, más compromiso y más ambición y que te ganará la carrera.
No me interpretes mal. Ser el mejor es estupendo si lo que quieres es centrarte en una sola cosa. Pero como me dedico a escribir sobre liderazgo, que desafortunadamente para todos es bastante más complejo, déjame que te haga una pregunta: ¿has pensado en lo mejor de no ser el mejor en algo, pero ser bueno en casi todo? (en inglés).
El esfuerzo de ser el mejor nos hace poner foco en esa tarea. No podemos ser maestros en algo si perdemos el tiempo en otras cosas.
Te pongo un ejemplo.
Imagina que eres el mejor en “el número 8”. Lo sabes todo de este número: propiedades, múltiplos y divisores, representación…
Un día, alguien te dice: “Si giras 90 grados el número 8 parece un par de gafas”.
Si consideramos el 8 como número, no tiene ningún sentido que lo giremos. No es nada. Por lo tanto, si solo somos el mejor en el número 8, no vamos a entender lo que nos están diciendo.
Para entenderlo, no necesitamos saberlo todo sobre el número 8 pero sí necesitamos saber algunas cosas de otras materias: algo sobre aritmética básica y también ser capaces de visualizar la representación. Además, necesitamos saber qué es un par de gafas, pero no cómo funcionan.
Con todo esto, podemos conectar estos datos y entender de qué nos están hablando. Esto, por cierto, ya lo explicó muy bien Steve Jobs en su discurso en Stanford: el (auto) liderazgo va de conectar información que a priori no tiene nada que ver.
Esta capacidad para conectar cosas que a priori no tienen que ver es importante si tenemos que liderar en un entorno muy complejo, como este en el que estamos. Los líderes tienen que manejar niveles nunca vistos de incertidumbre donde no se puede esperar para tomar decisiones.
Y, para ser capaces de hacer esto, no pueden focalizarse en una sola cosa. Necesitan poder ver el dibujo completo, ganar perspectiva para entender qué pasa y qué se puede hacer.
Así que, si pensamos en esto: ¿cuál es el perfil del mejor líder?
La respuesta más corta es que probablemente sea parecido a una navaja suiza. Alguien capaz de entender el negocio, gestionar bien a todas las personas, crear la visión y hacer que las cosas sucedan. Y, probablemente, no necesitemos al mejor en una de esas cosas, sino a alguien bueno en todas. Suficientemente bueno para conectar información que no tiene relación a priori.
Este tipo de líder puede marcar la diferencia:
- Relacionando conceptos que nos permitan entender mejor qué necesitamos hacer.
- Construyendo un equipo con los mejores (aquí, sí) en cada campo que trabaje en el sitio que les permita hacer mayores aportaciones.
- Definiendo la visión y estableciendo el camino entre el pasado y el futuro, para que ese equipo defina el cómo recorrer ese camino.
- Haciendo de brújula que permita a la gente mantenerse ilusionada para lograr los objetivos.
En resumen, ser suficientemente buenos en muchas cosas nos hace los mejores liderando. Y esto, desde mi punto de vista, es una carrera que no se puede perder.
Cuantos más de los mejores líderes tengamos, mejor.