Truth / La Verdad

La Verdad

Estaban la Verdad y la Mentira nadando desnudas en un lago. En un momento dado, la Mentira salió del agua y se vistió con lindos ropajes. La Verdad se quedó allí desnuda y sin adornos.

Cuando la Mentira salió así ataviada, la gente se quedó admirada de cómo iba vestida y de lo bella que parecía. ¡Les parecía maravillosa! La Mentira caminaba con un creciente sentimiento de satisfacción y orgullo.

Mientras tanto, la Verdad seguía en el agua, pasando desapercibida. Su desnudez hacía que la poca gente que la miraba apartara la vista, haciéndole pensar que estaba haciendo algo malo.

Esta es una alegoría fantástica de cómo funcionan para nosotros, los humanos, las verdades y las mentiras.

Naturaleza humana

La realidad es tan compleja, que necesitamos simplificar para poder sobrellevarla. Esto nos lleva a utilizar algunos mecanismos que nos permiten procesar lo que pasa, reducir la carga mental y encontrarle sentido al mundo.

Entre esos mecanismos, podemos incluir:

  • Simplificación mediante estereotipos, que nos permite generalizar características comunes de personas o grupos.
  • Sesgo de confirmación, por el que buscamos, recordamos o priorizamos información que confirme lo que ya sabemos.
  • Atención selectiva, que nos lleva a centrarnos en aspectos específicos de una situación, dejando de lado los detalles que no nos interesan.
  • Simplificación narrativa, que nos permite construir una historia que responda a nuestras necesidades, sin tener en cuenta todo lo que pasa.

Estas estrategias producen sesgos, errores de juicio, y limitaciones para entender situaciones complejas. Es más, la simplificación excesiva nos perjudica hasta el punto de que estamos convencidos de que conocemos la Verdad cuando, con un poco de suerte, solo conocemos parte de la verdad: la parte que hace menos daño a nuestra identidad y la narrativa que nos hemos construido.

Humildad

Requiere mucha valentía reconocer que no lo sabemos todo. Y que lo que sabemos puede no ser verdad. Si nos damos cuenta de esto, podemos entender por qué otra persona que se enfrente a los mismos hechos puede llegar a una “verdad” distinta de la nuestra.

Esta consciencia de que nuestro entendimiento es limitado nos ayuda a evitar la simplificación. Tal vez, incluso nos espolea la curiosidad para tratar de ir más allá.

La humildad intelectual tiene un papel fundamental a la hora de entender el punto de vista de otras personas. Incluye el reconocimiento de nuestras propias limitaciones, la disposición de aprender y la apertura para revisar nuestras creencias si hechos o ideas nos las cuestionan. Por lo tanto, reduce el sesgo de confirmación.

Además, ayuda a desarrollar la empatía y el respecto por la diversidad, que son habilidades esenciales para afrontar los conflictos desde la colaboración y con intención de resolverlos.

La verdad es, casi siempre, compleja, difícil de entender, con muchos matices. La mentira suele disfrazarse para que nos parezca fácil y atractiva. Pero ser conscientes de nuestras limitaciones es el primer paso para seguir creciendo.

Foto de Kristopher Villa en Unsplash