Zero-sum game / Juego de suma cero

Juego de suma cero

La conciliación entre la vida laboral y la personal es algo que está presente en casi todas las sociedades. Representa el equilibrio, delicado muchas veces, que intentamos alcanzar entre nuestra carrera profesional y nuestra vida personal. Desgraciadamente, la idea más extendida es que el éxito en un ámbito exige sacrificios en el otro, lo que plantea la cuestión como un juego de suma cero.

Un juego de suma cero es una situación en la que la ganancia o pérdida de un participante se compensa exactamente con las pérdidas o ganancias de otros participantes. En esencia, es un escenario en el que los recursos son fijos y la ganancia de una persona se produce a expensas de la pérdida de otra. Desgraciadamente, solemos ver el dilema de la conciliación de la vida laboral y familiar así, planteándolo como una situación en la que el éxito profesional va intrínsecamente en detrimento de la realización personal, o viceversa. Esta perspectiva tiene profundas implicaciones para las personas que buscan la realización en ambos ámbitos.

Mentalidad de abundancia

La mentalidad de abundancia es un concepto que nos puede ayudar a retar la perspectiva que nos plantea este juego de suma cero. Se basa en la creencia de que hay suficientes recursos, oportunidades y posibilidades para todos. Adoptar una mentalidad de abundancia desbloquea el potencial de las personas para perseguir simultáneamente el crecimiento personal y profesional; sin sacrificar nada.

Podemos cambiar el paradigma teniendo en cuenta tres principios: flexibilidad, priorización y crecimiento holístico.

La flexibilidad en este contexto se refiere a la capacidad de adaptarse, ajustarse y estar abierto a diferentes enfoques para gestionar las responsabilidades profesionales y personales. Incluye la voluntad de ser ágiles a la hora de distribuir el tiempo, establecer prioridades y cumplir los compromisos en ambas áreas. La flexibilidad nos permite navegar por las dinámicas de nuestras carreras y vidas personales sin adherirnos rígidamente a horarios o límites predefinidos.

Esto requiere una priorización y adaptación continuas, así como una mentalidad de crecimiento para buscar nuevas oportunidades de desarrollo. Para gestionar las transiciones con eficacia, debemos establecer límites claros que nos ayuden a cumplir nuestros compromisos en ambos ámbitos.

Enfoque holístico

Nada de esto funcionará si no adoptamos un enfoque holístico. Saber que el crecimiento personal y profesional están interconectados puede llevarnos a una vida más plena y sostenible a largo plazo.

Equilibrar el crecimiento personal y profesional tiene un efecto positivo en la prevención del agotamiento, el aumento de la resiliencia y la gestión del estrés.

La exposición a diferentes experiencias personales, perspectivas y conocimientos puede fomentar la creatividad y la innovación en nuestra vida profesional. El crecimiento personal suele ayudar a las personas a descubrir sus pasiones y valores. Cuando se alinean con sus objetivos profesionales, esta alineación puede conducir a un sentido de propósito y a una mayor satisfacción en el trabajo.

El equilibrio entre la vida laboral y personal no debe ser un juego de suma cero en el que lo que uno gana otro lo pierde. Adoptando una mentalidad de abundancia, puedes trascender esta falacia y descubrir un camino hacia el crecimiento holístico. Tal vez haya llegado el momento de redefinir el éxito y vivir una vida más plena. Mediante este cambio de perspectiva, podemos allanar el camino hacia un futuro en el que el trabajo y el hogar se complementen en lugar de competir.

Foto de Jon Tyson en Unsplash