False dichotomy. Falsas dicotomías.

Falsas dicotomías

“El precio de ser una oveja es el aburrimiento. El precio de ser un lobo es la soledad. Elige uno o el otro con cuidado”.

¿Qué eliges?

Esta cita es de Hugh MacLeod y me encanta. Este hombre es creativo y fundó una empresa llamada Gapingvoid que tiene como propósito, según sus palabras, “dar más significado al trabajo, ayudando a la gente a amar lo que hace”. La razón por la que me gusta es que me hace pensar en la cantidad de falsas dicotomías que nos encontramos a diario y en las que nos quedamos atrapados.

En esta historia de las ovejas y los lobos, nos vemos obligados a elegir entre ser (o comportarnos como) una oveja o ser un lobo; sin ninguna otra opción. Podemos ser seguidores (con muy pocas expectativas) o líderes (habitando la solitaria estancia del poder).

Tenemos que elegir. ¿O no?

Y con esto, hemos pintado el mundo en blanco y negro, ofreciendo una súper simplificación que nos da solo un par de opciones cuando en realidad tendríamos más.

La verdad es que nos encanta que nos lo pongan fácil. Como Kahneman dice en su libro “Pensar rápido, pensar despacio”, siempre tomaremos más rápido la ruta más fácil, la de pensar rápido, antes de meternos en un pensamiento más lento y reflexivo.

¿Crees que no? Estamos rodeados de falsas dicotomías. Déjame ponerte algún ejemplo.
  • O eres liberal o no lo eres.
  • Estás con nosotros o con ellos.
  • O bien salvamos el medioambiente o bien salvamos el empleo.
  • Tienes que elegir entre criar a tus hijos o desarrollar tu carrera.
  • Si no puede ser perfecto, no merece la pena.

Seguro que puedes encontrar más de tu experiencia de estas falsas dicotomías en el trabajo o en tu vida personal.

Piensa: ¿cuándo fue la última vez que juzgue algo rápidamente como bueno o malo, como éxito o como fracaso?

Esto es lo que se llama “pensamiento de todo o nada” o distorsión cognitiva. Se refiere a la tendencia que tiene la gente de pensar o hablar en los extremos, creando una visión falsa – o al menos muy inexacta – de la realidad. Lo que es más importante de este tipo de pensamiento binario es que nos quita la capacidad de encontrar alternativas a los problemas y de pensar críticamente. En resumen, no vamos a trabajar al máximo de nuestras posibilidades.

Vivimos en un mundo que es cada vez más complejo y hay muchas cosas que no se pueden poner en un sitio concreto.

Por eso, nos tenemos que convertir en pensadores en lo gris.

Pensar en lo gris (en inglés) requiere que ralenticemos la manera en la que tomamos decisiones. En vez de saltar a (y creernos) la primera conclusión que nos venga, deberíamos hacer un esfuerzo consciente para no tomar ninguna decisión hasta tener todos los datos y escuchar todos los argumentos. Pero esto, claro, requiere una considerable dosis de energía. Y también requiere práctica.

Desde mi punto de vista, el primer paso para ser capaz de hacer esto es aprender a desapegarnos de lo que pensamos. Debemos ser capaces de retar a nuestros pensamientos y cambiarlos, si es necesario.

Cuando hacemos esto conscientemente, también nos abrimos a la gente, a sus ideas y a nuevos pensamientos.

Y como resultado, nuestra capacidad creativa, el cómo resolvemos problemas y nuestra perspectiva, mejoran.

Si te atreves a probarlo, ¿me cuentas como te ha ido?